Desde 2019 han sido más de 256 adultos mayores los beneficiarios de este programa que tiene una duración aproximada de tres meses y no tiene ningún costo.
Esta iniciativa apoya a los pensionados para que sigan siendo una parte activa de la sociedad pues, según una encuesta de Porvenir, el 48% de ellos quieren seguir aprendiendo y no sentirse relegados.
Y no solo eso, como a millones de personas en el país, la pandemia les cambió la vida y nació la necesidad de tener iniciativas de emprendimiento como la de Claudia; una publicista nacida en Salamina, Magdalena, quien el aislamiento preventivo obligatorio por covid-19 la sorprendió en Bogotá cuando acudía al grado de su hijo.
Con la necesidad de generar ingresos, Claudia acudió a su ingenio y pasión: crear juegos didácticos inclusivos para niños y adultos mayores.
“En la pandemia yo pensaba en los niños que estaban encerrados y decidí diseñar estos juegos (…) conseguir los clientes no fue fácil, pero el propósito de llegar a todos los niños y crearles una mejor calidad de vida, así como a los adultos mayores que también necesitan trabajar la parte cognitiva, fue lo que me motivó”, relató.
También está quien, ya pensionado se dedica a ayudar y guiar a otras personas. Ese el caso de Fernando, quien decidió pensionarse hace ocho años de manera anticipada y se convirtió en consultor y mentor para emprendedores y empresarios.
“Uno se mantiene activo, conoce gente, viaja e interactúa no solamente con dos, tres o cuatro tipos de negocios sino multitud de negocios”.
Tanto Claudia como Fernando hacen parte del Observatorio para el Emprendimiento porque quieren contribuir a la sociedad porque tienen claro que la vida no se acaba cuando se llega a adulto mayor o que al pensionarse hay que dejar de trabajar.